El beneficio de minerales es una operación de producción que prepara materias primas para la fundición de metales y la industria química. La flotación por espuma se ha convertido en uno de los métodos más importantes de procesamiento de minerales. Casi todos los recursos minerales pueden separarse mediante flotación.
La flotación se aplica ampliamente en el procesamiento de minerales ferrosos, con predominio de hierro y manganeso, como la hematita, la smithsonita y la ilmenita; minerales de metales preciosos, como el oro y la plata; minerales no ferrosos, como el cobre, el plomo, el zinc, el cobalto, el níquel, el molibdeno y el antimonio, como minerales sulfurados, como la galena, la esfalrita, la calcopirita, la calcocita, la molibdenita y la pentlandita; así como minerales oxidados, como la malaquita, la cerusita, la hemimorfita, la casiterita y la wolframita; minerales salinos no metálicos, como la fluorita, la apatita y la barita; y minerales salinos solubles, como la silvita y la sal de roca. También se utiliza para la separación de minerales no metálicos y silicatos, como el carbón, el grafito, el azufre, el diamante, el cuarzo, la mica, el feldespato, el berilo y la espodumena.
La flotación ha acumulado una amplia experiencia en el procesamiento de minerales, gracias a los continuos avances tecnológicos. Incluso minerales de baja ley y estructuralmente complejos, que antes se consideraban industrialmente inutilizables, ahora pueden recuperarse y utilizarse (como recursos secundarios) mediante flotación.
A medida que los recursos minerales se vuelven cada vez más escasos, con minerales útiles distribuidos de forma más fina y heterogénea en las menas, la dificultad de separación aumenta. Para reducir los costos de producción, industrias como la metalúrgica y la química exigen mayores estándares de calidad y precisión para las materias primas procesadas, es decir, los productos separados.
Por un lado, existe la necesidad de mejorar la calidad; por otro, la flotación demuestra cada vez más ventajas sobre otros métodos para abordar el desafío de los minerales de grano fino difíciles de separar. Se ha convertido en el método de procesamiento de minerales más utilizado y prometedor en la actualidad. Inicialmente aplicada a minerales sulfurados, la flotación se ha expandido gradualmente a minerales oxidados, minerales no metálicos y otros. Actualmente, se procesan miles de millones de toneladas de minerales mediante flotación en todo el mundo cada año.
En las últimas décadas, la aplicación de la tecnología de flotación ya no se limita a la ingeniería de procesamiento de minerales sino que se ha expandido a la protección del medio ambiente, la metalurgia, la fabricación de papel, la agricultura, los productos químicos, los alimentos, los materiales, la medicina y la biología.
Por ejemplo, la flotación se utiliza para recuperar componentes útiles de productos intermedios de pirometalurgia, volátiles y escorias; para recuperar residuos de lixiviación y productos precipitados de la hidrometalurgia; para destintar papel reciclado y recuperar fibras de líquidos de desecho de pulpa en la industria química; y para extraer petróleo crudo pesado de arenas de lechos de ríos, separando pequeños contaminantes sólidos, coloides, bacterias e impurezas de metales traza de las aguas residuales, que son aplicaciones típicas en ingeniería ambiental.
Con las mejoras en los procesos y métodos de flotación, así como la aparición de nuevos reactivos y equipos de flotación eficientes, la flotación encontrará aplicaciones más amplias en más industrias y campos. Es importante destacar que el uso de procesos de flotación implica mayores costos de procesamiento debido a los reactivos (en comparación con la separación magnética y gravitacional); requisitos estrictos para el tamaño de las partículas de alimentación; numerosos factores que influyen en el proceso de flotación, que exigen precisión de alta tecnología; y aguas residuales que contienen reactivos residuales que pueden dañar el medio ambiente.
Hora de publicación: 26 de agosto de 2025